domingo, 28 de septiembre de 2008

SALSA PICANTE

Podemos definir la salsa como el resultado de una serie de condiciones sociales y evolución de la música cubana principalmente y de otras zonas del Caribe en New York. Después de la Revolución cubana y la emigración de muchos músicos cubanos a los Estados Unidos, se produjo una separación entre ambos países.

El fenómeno de la salsa tiene su auge a finales de la década de los sesenta, desarrollando las inquietudes de la gente latina que vivía en 'El Barrio', lugar donde se situaba la mayor parte de los emigrantes de las zonas del Caribe.

La salsa no es un ritmo ni un estilo, es un término que sirve para representar la música de origen afrocubano en los Estados Unidos y Puerto Rico.

Mientras en Nueva York, la salsa siguió la tradición de la época pre-revolucionaria en Cuba (con ritmos como el mambo, la guaracha y el chachachá), los músicos cubanos en la isla innovaban con los nuevos sonidos y estilos que provenían de los Estados Unidos, mezclando elementos del jazz, la fusión y el rock con la música popular bailable.

Se puede observar el desarrollo de varios sonidos específicos musicales que emergieron durante estas tres décadas. En términos generales, se les puede dividir en:
1. salsa de la costa del este de Estados Unidos(incluyendo Nueva York, Puerto Rico y otros países caribeños),
2. la música cubana Post-revolucionaria (que incluye la música bailable, el jazz y la nueva trova), y
3. el jazz latino y la fusión latina, que incluye el rock latino.

En la actualidad, lo que ahora entendemos por salsa se ha convertido en pop latino y otras derivaciones musicales, de hecho, tanto a Celia Cruz como a Tito Puente nunca les gustó esa denominación.

Por tanto, la salsa toma elementos latinos y afrocubanos, y desarrolla una fuerza mayor que el son cubano, aumentando así la riqueza de los ritmos de Cuba, lo que convierte a este ritmo en tremendamente bailable.



¿Qué es la Salsa?

La confusión que se suele producir sobre la nomenclatura de la música afrocaribeña tiene que ver más con estrategias de mercado que con diferencias musicales. Luego de la Revolución del `59 y el exilio de muchos músicos cubanos a los Estados Unidos, se produjo una separación entre el desarrollo musical de los dos países. Esta separación causó un extraño debate sobre la terminología que se utilizaba para describir la música de origen cubano en los Estados Unidos.

La palabra "Salsa" creo mucha controversia desde su creación a principios de la década del `70.
Muchos músicos cubanos insistían en que la salsa no existía, sino que era el son cubano disfrazado con propósitos comerciales, pero la salsa crearía un impacto mundial que terminaría dándole legitimidad. Aunque también debe tenerse en cuenta que los músicos puertorriqueños (y de otros países latinos) tuvieron mucho que ver con la preservación y el desarrollo de esta música en los Estados Unidos, y que su interpretación realmente creó algo nuevo y distinto de lo que se tocaba en Cuba.

Evolución de la Salsa

Mientras el ambiente musical latino en Nueva York durante los años `60 siguió mas o menos con la tradición musical de la época pre revolucionaria en Cuba, los músicos que se habían quedado en la isla experimentaban con los nuevos sonidos y estilos que provenían de los Estados Unidos, y mezclaron elementos del jazz, la fusión y el rock con la música popular bailable, ademas de alejarse de las limitaciones impuestas por la tradición para servir a un publico bailador.

Ya para los años `70, el invento de la palabra "Salsa" en la Costa Este de los EE.UU. llegó en el momento cuando esta música vivía un periodo de enorme popularidad tanto como un crecimiento dentro de la industria discográfica. Así se puede observar el desarrollo de varios formas musicales que emergieron durante estas últimas décadas. En términos generales, se les puede categorizar como la salsa de la Costa Este, la música cubana post revolución (que incluye la música bailable, el jazz, la nueva trova y la Timba), y el jazz y la fusión latina (incluyendo el rock latino, género desarrollado primordialmente en la Costa Oeste de EE.UU.).

Al explorar los varios aspectos de la ejecución dentro de esta evolución, es fascinante observar el desarrollo independiente de cada instrumento dentro de las distintas agrupaciones y, en particular, cómo se crearon patrones específicos dentro de estos estilos. Como antes mencionamos, muchos de los cambios estructurales o desarrollos en los estilos modernos afectaron primordialmente a los instrumentos de percusión, mientras que el piano mantuvo su papel basado en las fundaciones del son y sus variantes.

Origen afrocaribeño de la Salsa

Algo que no se debe olvidar cuando se habla de Salsa o de alguno de las muchas músicas de origen afrocaribeño, es que todos estos ritmos están hechos para bailar. La importancia del baile en el Caribe no es ninguna novedad, y desde la llegada de los españoles todos los textos de cronistas y viajeros están repletos de referencias a la cultura festiva y bailadora de los americanos. Para los cubanos especialmente, la música y el baile han ocupado siempre un lugar muy importante dentro de la sociedad, y de ello queda constancia en innumerables ensayos, artículos y tratados que estudian minuciosamente el tema.

Sin embargo se puede considerar la segunda mitad del siglo XIX como la etapa crucial en el proceso de entrecruce y criollización de los géneros musicales y bailables provenientes tanto de África como de Europa. En este mismo período y como producto de la hegemonía ejercida por el vals, la polca y la contradanza, el baile de pareja se había consolidado como el estilo más difundido en los salones.

Es así como Cuba entra al siglo XX bailando danzón, hijo directo de la habanera y la contradanza. A partir de allí el asunto no ha parado, al punto de que en Cuba cada cierto tiempo parece llegar el momento en que los bailarines se aburren de una música y se buscan otra que los entretenga y ponga a bailar nuevamente.

Primero, como se dijo, fue el danzón; luego, una vez que se puso pesado y monótono, le incorporaron el danzonete al final del tema para hacerlo menos cuadrado y más alegre y suelto para los bailadores. Luego llego el son oriental a principios de los años `30. Pero una vez más surgió el mentado agotamiento de los bailadores y fue necesario que los músicos ensayaran nuevos ritmos. Así se llegó al mambo en los `40, al chachachá en los `50, la pachanga en los sesenta, y así sucesivamente hasta llegar al songo en los `80 y por supuesto a la timba en los `90.

http://www.salsa-in-cuba.com/esp/que_es_salsa.html


LA SALSA

Capítulo 1

Lo que llamamos hoy en día música Salsa es una mezcla de ritmos afrocaribeños como el Son Montuno, el Mambo, la Bomba y la Plena. El movimiento que originó esta nueva música comenzó en Nueva York - en El Barrio, y el South Bronx, la llamada "Caldera del Diablo" - cuando un grupo de jóvenes músicos comenzó a mezclar sonidos y ritmos intentando crear un nuevo ritmo que conservara el "SABOR" que tenían otros ritmos afrocaribeños.

La Salsa debuta en el hotel Saint-George de Brooklyn, donde los Lebrón Brothers, de origen puertorriqueño, entusiasman al público. El Chetah, Club de la Calle 52 y Broadway, en Manhattan, sustituye al Saint-George como punto de encuentro de los salseros neoyorquinos.

Algunos de estos músicos eran Ray Barretto, Bobby Valentin, Hector Lavoe, Willie Colon, Richie Ray, Bobby Cruz, Ismael Miranda, Adalberto Santiago y muchos otros, incluyendo grandes figuras como Cortijo e Ismael Rivera.

El 21 de agosto de 1971 se presenta en el Chetah la Fania All Stars, creada por el flautista dominicano Johny Pacheco y el abogado judío Jerry Massuci, en el nacimiento oficial de la Salsa, reunión inmortalizada en la película "Nuestra Cosa Latina".

Johny Pacheco promovió la palabra "salsa" cuando la Fania empezó a viajar por Europa: "Como la palabra ‘salsa’ -igual que ‘sabor’, o ‘azucar’, por ejemplo- siempre ha estado ligada a esta música, no me pareció mal llamarla así".

El sello discográfico "FANIA" popularizó este ritmo y lo extendió a partir del año 1975 por todo el mundo, a la vez que convirtió a la Salsa en un gran negocio latino que causó frustración en muchos artistas.

La música creada durante esta época esta considerada como Salsa clásica o Salsa de Oro.

Capítulo 2

El exceso de comercialización a finales de los años 70 convirtió a la Salsa en una fórmula que apenas se imitaba a si misma, y la gente no se interesó por una música que no le ofrecía ninguna novedad. También por los 80 ocurre la invasión del merengue y de la música disco, tocándose fondo en el 82-83.

En este momento entra una nueva generación de músicos que le dan a los veteranos de la Salsa el golpe más fuerte, y son pocos los que pueden sobrevivir: la llegada de talentos como Frankie Ruiz, Eddie Santiago, Luis Enrique, empieza a cambiar el panorama de la música latina con o que se ha llamado la Salsa erótica, que para muchos fue como una traición al carácter mismo de la Salsa, machista, callejera, fuerte. Sin embargo, esta Salsa erótica o sensual tuvo el mérito de rescatar la atención que se había perdido y ayudo a mejorar la situación.

Ya por el año 88 este sonido también está saturando el mercado, porque todas las compañías graban este tipo de música y hasta los veteranos como Oscar D’León se tuvieron que ‘vender’ a esta tendencia.

Mientras tanto el merengue cada vez gustaba y pegaba más y en países como Puerto Rico era el ritmo que llenaba las discotecas.

Capítulo 3

Por suerte se está volviendo a esa música brava que es la Salsa verdadera. El público está reclamando una Salsa con vitalidad, con agarre, esa Salsa brava que es la Salsa verdadera, ver al cantante entregándose de verdad, oír un buen solo, escuchar letras que le hablen de la vida, todo lo que la Salsa le dio desde un principio.

Así, mucha gente que hizo su fortuna con la Salsa erótica ha desaparecido, mientras que se puede encontrar un excelente cantante como Gilberto Santa Rosa, que está haciendo letras románticas, pero con música agresiva, con arreglos bien logrados, con música movida que estimula al que está oyendo y al que va a bailar.

Lo que empieza a pasar a partir del 88 se debe sobre todo a la gestión de la compañía RMM del puertorriqueño Ralph Mercado, que se funda en este año. El empieza a lanzar al éxito a jóvenes como Tito Nieves, Tony Vega y José Alberto ‘el Canario’.

En esta vanguardia las orquestas cubanas también han tenido un papel importante, como es el caso de los Van Van, NG La Banda y Adalberto Alvarez y Su Son.

El país en el que se ha producido en los últimos años la expansión de la Salsa con mayor vigor es Colombia, con Joe Arroyo, el grupo Niche o la orquesta Guayacán.

Al mismo tiempo, en un sitio apenas tocado por la Salsa, como es Miami, un músico cubano radicado en esa ciudad desde su niñez, Willie Chirino, se ha abierto un espacio en esta historia con un trabajo diversificado: desde el son hasta el merengue, la plena y el rock.
http://members.tripod.com/~hotsalsa/historia.html

Crónicas del Caribe

La salsa ha sido definida como la Crónica del Caribe urbano. , y esta definición no es gratuita ni caprichosa: Crónica porque cuenta en sus letras cuál es la situación de los latinos en los múltiples aspectos de la vida cotidiana y lo que piensan al respecto; Caribe porque el origen de una persona o un pueblo es un rasgo inalienable que, en este caso, está configurado por la historia y los ritmos que ya hemos referido en las páginas precedentes; y, por último, lo más importante, lo más suyo, su carácter urbano , porque la sensibilidad y el sonido de la salsa obedecen a dicha condición con todas sus implicaciones sociales, culturales y éticas.
La condición urbana viene cargada de contradicciones y elementos que se ven reflejados de forma lírica y sonora en la salsa: la marginación en las grandes ciudades; el hacinamiento; la nostalgia; la delincuencia callejera; la inestabilidad en el trabajo, en el amor y en el lugar de residencia; la lucha individual por la subsistencia y, a la vez, la identidad colectiva, por nacionalidades u orígenes, para defender los intereses del grupo o, simplemente, para contrarrestar el desarraigo; y la percepción del presente como único futuro posible.Estas variables urbanas condicionaron de forma palmaria el sonido de la música en general, no sólo el de la música latina, sino de todas las músicas urbanas, aunque ninguna como la salsa refleja tan ampliamente dichas características y, aunque parezca contradictorio, con su insobornable alegría.
En la salsa, todos sus ingredientes resuman asfalto urbano: sus letras, su sonido, sus hacedores y, cómo no, sus destinatarios, esos tipos sospechosos del barrio que la oyen, la cantan y la bailan, solos o en compañía, de noche o de día, sobrios o empapados en alcohol y otras sustancias o, simplemente, embriagados con las notas ásperas de un trombón.Esta tensión cultural se refleja en todos los temas salseros, y como ejemplo, veamos lo que ocurre en "Juanito Alimaña", tema compuesto por Willie Colón y Héctor Lavoe: "¡Hum, ni p'allá vo a mirál! La calle es una selva de cemento y de fieras salvajes, cómo no. Ya no hay quien salga loco de contento, dondequiera te espera lo peor, dondequiera te espera lo peor."El tema empieza con el sonido seco de los trombones, los golpes duros del piano y una cáscara de timbal que parece anunciar un allanamiento policial. Héctor Lavoe, con su inimitable acento marginal, inicia el canto con una advertencia ("Hum, ni p'allá vo a miral"), que recomienda no meterse ahí, no mirar para allá.El resto de la historia habla de delincuencia, amor, alcohol, complicidad, miedo, policías y supervivencia, es decir, un hecho cotidiano en las ciudades de cualquier país latinoamericano y que, sin embargo, ¡se baila!Lo apuntado hasta aquí sobre su carácter urbano, confiere a la salsa cierto acento de tragedia moderna: sus textos narran la épica de la calle de hoy; su andamiaje sonoro armoniza y respalda a los textos con instrumentos como el trombón, cuyo sonido metálico, áspero e hiriente, confirma la dureza de la realidad que se narra; y para completar el cuadro trágico, estos dos elementos se funden en la pista de baile ( una discoteca, la calle, la casa o la playa) con los bailadores, es decir, con los destinatarios legítimos de dicha música.La consumación completa de este ciclo (canto, coros, música y danza) produce una catarsis que, seguramente, se asemeja al carácter redentor que los griegos atribuye' ron a la tragedia.
La salsa es un arte dionisiaco, mediatizado por las variables urbanas que ya hemos anotado.De aquí le viene la fuerza que sumerge a los rumberos en ese éxtasis que llamamos goce.El panorama y el espíritu descritos hasta aquí eran, y son aún, comunes a cualquier país de América Latina, pero en nuestras formaciones sociales, y sobre todo para la salsa, es más importante el concepto de barrio que el de país.Esto lo cantó bien claro Rubén Blades en uno de sus temas: "Para ser rumbero, tienes que tener las llaves del barrio, ...tienes que amar a la esquina."
La añoranza, la exaltación o la nostalgia del barrio es una constante en las letras salseras y en la vida de cualquier latinoamericano nacido después de 1950, época en que se empiezan a forjar las grandes urbes, diseñadas de forma espontánea, anárquica y contradictoria, por las intensas migraciones campesinas de las que son hijos los destinatarios de la salsa.Los barrios del Caribe urbano se convirtieron en el escenario y el símbolo más determinante en la vida de los latinos. El barrio constituye el referente más inmediato e importante de la cosmogonía caribeña y, como tal, impone el pasado, delimita el presente y determina, en gran medida, el futuro de sus habitantes.En el barrio y, más exactamente, en las esquinas, se cuecen los ingredientes que van dando fisonomía personal y colectiva a sus inquilinos.
La esquina es el aleph del Caribe, el punto de encuentro y, sobre todo, de fuga.En ella se desarrollan los principales instintos, se mata el tiempo, se juega, se canta- se baila y se conspira inútilmente. La esquina es, a los latinos, lo que el ágora fue para los griegos.Cada esquina tiene sus propios inquilinos, seleccionados de forma espontánea por afinidades de edad, gustos, malicia o cercanía geográfica de la vivienda.
A la esquina se le empieza a coger cariño desde niños, cuando, camino de la escuela o de regreso a casa, vemos a los adolescentes vacilando todo el día en ese vértice mágico. Y cuando nuestros padres nos dan permiso para ir a la esquina, eso vale más que el día en que nos dan las llaves de casa para volver a la hora que nos dé la gana.A partir de ese momento, todo el mundo sabe dónde encontramos, desde nuestra maestra hasta nuestra madre y, obviamente, desde nuestra novia hasta la policía. Cuando la esquina se pone caliente, puede llegar a ser prohibida por las autoridades del orden y, en estado de sitio, más de dos personas no pueden juntarse en una esquina.El barrio y la esquina han configurado una forma de ser y de estar fundamentales en el decurso vital de todos los latinos; es nuestro hecho ontológico.
El tango, que tiene con la salsa profundas afinidades, también le canta con abundancia a la esquina y al barrio. En el tango se suele recordar a la muchachada (los amigos de la esquina) igual que en la salsa.Un tema de Lou Pérez dice: "Barrio, mi querido barrio. Llevo en mi memoria recuerdos de ayer, y del que anhelo recordar de nuevo, para mis nostalgias volver a vivir. Sueño con la vieja escuela, con la muchachada que en ella estudiaba y que hoy se encuentra lejos de nosotros..."Con lo escrito hasta aquí, podrá entenderse por qué el East Harlem de Nueva York, poblado y pateado por latinos, fue bautizado coma
El Barrio, pues, además de serlo en toda regla, representa la síntesis desgarrada de cualquier barrio pobre de Panamá, Colombia, Venezuela, Puerto Rico, Cuba o República Dominicana.Y éste es el escenario al que pertenece la salsa, una música marcada por la experiencia vital del barrio, llena de alegría y de tristeza, teñida de optimismo y salpicada de tragedia.Música marcada en la suela de los zapatos a causa del baile y de patear la calle en busca de lo que no hay, huyendo de la policía o persiguiendo a una hembra esquiva.Todo lo que late ahí, toda esa alma, toda esa tragedia, son los componentes de esta sonoridad, excitante y brava, que canta-reivindica la vida del barrio, de modo parecido a como el blues primitivo le canta a la plantación algodonera o el flamenco al cortijo.Los latinos, cuando vamos de rumba, lo hacemos, principalmente, porque somos un pueblo rumbero, porque nos gusta el baile, el trago y las hembras, pero también para huir del hastío cotidiano producto de nuestra azarosa existencia.Este sentimiento está siempre presente en la salsa, de aquí que una rumba, cuantas más horas dure, mejor.
A ningún rumbero le importaría que durara toda la vida porque, a falta de mejores incentivos vitales, quiere vivir el presente a pleno pulmón y con la máxima intensidad.Esto es la salsa, un ritmo excitante que penetra el cuerpo para celebrar una existencia que, pese a las vicisitudes, aconseja: "Vive la vida, mira que se va y no vuelve." (Raphy Leavit. Orquesta La Selecta).Ésta es una de las grandes diferencias entre la salsa y otros ritmos antillanos que la nutren en su estructura musical. y es así porque la salsa nació como consecuencia de una realidad urbana brutal y aplastante, donde el latino era un ser de tercera categoría, mal visto, mal pagado, perseguido, humillado e, incluso, enfrentado a comunidades de su mismo rango social, como la negra y la italiana.
La cosmogonía caribeña y latina, macerada por la realidad que hemos ido desgranando, tiene una traducción inequívoca en las letras de la salsa. Esta gramática es uno de sus ingredientes más excitantes, pues sus composiciones constituyen un universo poético que, con independencia del tema que traten, sintetizan en un mismo texto la rabia, la ternura, el orgullo y la esperanza, mediatizados por un peculiar sentido del humor y la alegría del baile.Además de la forma global de abordar los diversos temas (amor, nostalgia, juego, rumba, comida, religión, violencia, etc.), que ya de por sí es muy sui generis, dichas composiciones suelen estar salpicadas de palabras extrañas para la lógica lingüística del castellano.
Pero la lógica de la salsa no es la del castellano, sino la de la calle, por lo que se hace necesario dilucidar algunos aspectos de este lenguaje para entender mejor la fuerza de su expresión y, en suma, para gozar y vacilar plenamente dicha música.
Fuentes Referenciales:Romero, enrique. SALSA el orgullo del barrioSalsa, crónica de la música del Caribe urbano por Cesar Miguel Rondón Betancur Álvarez, Fabio. Sin clave y bongó no hay sonOrovio, Helio. Diccionario de la música cubana Ortiz, Fernando. La música afrocubanaRodríguez, Lil. Bailando en la casa del trompoDiscos Fuentes. La discoteca del siglo

SALSA CHINA ACADÉMICA

¿Qué es la Salsa?

La confusión que se suele producir sobre la nomenclatura de la música afrocaribeña tiene que ver más con estrategias de mercado que con diferencias musicales. Luego de la Revolución del `59 y el exilio de muchos músicos cubanos a los Estados Unidos, se produjo una separación entre el desarrollo musical de los dos países.

Esta separación causó un extraño debate sobre la terminología que se utilizaba para describir la música de origen cubano en los Estados Unidos. La palabra "Salsa" creo mucha controversia desde su creación a principios de la década del `70. Muchos músicos cubanos insistían en que la salsa no existía, sino que era el son cubano disfrazado con propósitos comerciales, pero la salsa crearía un impacto mundial que terminaría dándole legitimidad.

Aunque también debe tenerse en cuenta que los músicos puertorriqueños (y de otros países latinos) tuvieron mucho que ver con la preservación y el desarrollo de esta música en los Estados Unidos, y que su interpretación realmente creó algo nuevo y distinto de lo que se tocaba en Cuba.

Evolución de la Salsa

Mientras el ambiente musical latino en Nueva York durante los años `60 siguió mas o menos con la tradición musical de la época pre revolucionaria en Cuba, los músicos que se habían quedado en la isla experimentaban con los nuevos sonidos y estilos que provenían de los Estados Unidos, y mezclaron elementos del jazz, la fusión y el rock con la música popular bailable, ademas de alejarse de las limitaciones impuestas por la tradición para servir a un publico bailador.Ya para los años `70, el invento de la palabra "Salsa" en la Costa Este de los EE.UU. llegó en el momento cuando esta música vivía un periodo de enorme popularidad tanto como un crecimiento dentro de la industria discográfica.

Así se puede observar el desarrollo de varios formas musicales que emergieron durante estas últimas décadas. En términos generales, se les puede categorizar como la salsa de la Costa Este, la música cubana post revolución (que incluye la música bailable, el jazz, la nueva trova y la Timba), y el jazz y la fusión latina (incluyendo el rock latino, género desarrollado primordialmente en la Costa Oeste de EE.UU.).

Al explorar los varios aspectos de la ejecución dentro de esta evolución, es fascinante observar el desarrollo independiente de cada instrumento dentro de las distintas agrupaciones y, en particular, cómo se crearon patrones específicos dentro de estos estilos. Como antes mencionamos, muchos de los cambios estructurales o desarrollos en los estilos modernos afectaron primordialmente a los instrumentos de percusión, mientras que el piano mantuvo su papel basado en las fundaciones del son y sus variantes.

Origen afrocaribeño de la Salsa

Algo que no se debe olvidar cuando se habla de Salsa o de alguno de las muchas músicas de origen afrocaribeño, es que todos estos ritmos están hechos para bailar. La importancia del baile en el Caribe no es ninguna novedad, y desde la llegada de los españoles todos los textos de cronistas y viajeros están repletos de referencias a la cultura festiva y bailadora de los americanos.

Para los cubanos especialmente, la música y el baile han ocupado siempre un lugar muy importante dentro de la sociedad, y de ello queda constancia en innumerables ensayos, artículos y tratados que estudian minuciosamente el tema.

Sin embargo se puede considerar la segunda mitad del siglo XIX como la etapa crucial en el proceso de entrecruce y criollización de los géneros musicales y bailables provenientes tanto de África como de Europa. En este mismo período y como producto de la hegemonía ejercida por el vals, la polca y la contradanza, el baile de pareja se había consolidado como el estilo más difundido en los salones.

Es así como Cuba entra al siglo XX bailando danzón, hijo directo de la habanera y la contradanza. A partir de allí el asunto no ha parado, al punto de que en Cuba cada cierto tiempo parece llegar el momento en que los bailarines se aburren de una música y se buscan otra que los entretenga y ponga a bailar nuevamente.Primero, como se dijo, fue el danzón; luego, una vez que se puso pesado y monótono, le incorporaron el danzonete al final del tema para hacerlo menos cuadrado y más alegre y suelto para los bailadores.

Luego llego el son oriental a principios de los años `30. Pero una vez más surgió el mentado agotamiento de los bailadores y fue necesario que los músicos ensayaran nuevos ritmos. Así se llegó al mambo en los `40, al chachachá en los `50, la pachanga en los sesenta, y así sucesivamente hasta llegar al songo en los `80 y por supuesto a la timba en los `90.

En: http://www.salsa-in-cuba.com/esp/que_es_salsa.html

La palabra salsa


La salsa es todo un acontecimiento social en la mayoría de paises de latinoamérica Salsa significa «aderezo» en español, popularmente se ha adoptado como una palabra asociada metafóricamente con el sabor, la alegría y la fuerza de la vida. Musicalmente se le identifica con una gran colección de subgéneros y ritmos fundamentalmente cubanos, adoptando matices y acentos distintos en diversas partes del mundo de habla hispana». El término se ha usado por inmigrantes cubanos y puertorriqueños en Nueva York para designar el swing.[4] La autora de música mundial Sue Steward afirma que la palabra fue originalmente usada en la música como un «llanto de apreciación para un picante particular o un solo rápido», viniendo a describir un género de música específico de la mitad de los años 70 «cuando un grupo de músicos latinos de Nueva York, comenzó a examinar los arreglos de las grandes bandas clásicas populares desde la era del mambo de 1940 y 1950». Ella menciona que la primera persona que usó el término «salsa» para referirse a este género musical fue un dj de radio venezolano de nombre Phidias Danilo Escalona quien emitia un programa radial matutino llamado "La hora de la Salsa" en el que se difundía la música cubana producida en Nueva York como una respuesta al bombardeo del Rock en aquellos dias (Beatlemanía). Era la hora del almuerzo, del aderezo, del sabor, y por supuesto, del son, el guaguancó,la bomba, la plena, la guaracha y el montuno. En una entrevista con Richie Ray y Bobby Cruz, Richie le respondió a Phidias que la musica que ellos tocaban era como el "ketchup" o sea una salsa. Ed Morales también menciona la palabra usada para animar una banda que incrementa el tempo y «pone a los bailarines en una parte alta» para agradecer un momento musical (y) expresar un tipo de nacionalismo cultural, proclamando el calor y sabor de la cultura latina»;[5] él también menciona a Johnny Pacheco, un músico dominicano que realizó un álbum llamado Salsa Na' Ma, que Morales tradujo como Sólo necesitas un poquito de salsa o condimento. Otros aseguran que estando de gira por los Estados Unidos el sexteto de Ignacio Piñeiro, la canción Échale salsita fue la que le dio origen al termino. Historia y expansión
En las décadas de los años 30, 40 y 50, la música cubana dentro de Cuba se fue desenvolviendo a través géneros nuevos derivados primariamente del son y la rumba, mientras que los cubanos en Nueva York, vivían entre muchos latinos de Puerto Rico y otros países que comenzaron a tocar géneros propios distintivos, influenciados por la música africana. En Puerto Rico ya tambien se veia el creecimiento de este genero con mezclas de sus propias etnias.[6] Esta música incluye son y guaracha, así como tango, bolero y danza, con prominentes influencias del jazz.[7] La salsa evolucionó a fines de 1970 y en los 80 y 90. Nuevos instrumentos, nuevos métodos y formas musicales fueron adaptados a la Salsa; como la música de Brasil. Nuevos subgéneros aparecieron como las dulces canciones de amor de lasalsa romántica. Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical en Venezuela, México y tan lejos como Japón. Diversas influencias incluyendo prominentemente el hip hop, vinieron a evolucionar el género. A la llegada del siglo XXI, la salsa se ha convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el mundo y las estrellas de la salsa son celebridades internacionales. Orígenes Las raíces de la salsa pueden remontarse a los ancestros africanos que fueron enviados al Caribe por los españoles como esclavos. Es en África donde con mayor frecuencia la música es principalmente interpretada o acompañada por instrumentos de percusión, tales como la conga o la pandereta, comúnes en la salsa. El antecedente más directo de la salsa es el Son cubano, el cual es una combinación de influencias españolas y africanas. En general, la música tradicional cubana es considerada como origen de la salsa. Como precursores de la salsa se considera principalmente a los géneros son y el Mambo, además de los ritmos tradicionales de la Rumba cubana(guaguancó-yambú-columbia, guaracha, bolero. Muchas bandas de son, han sido populares en Cuba, comenzando en los años 30; éstos fueron septetos y sextetos.[8] Finalizando la década de 1940, estas bandas crecieron mucho, convirtiéndose en orquestas de mambo y guaracha, lideradas por directores de orquesta como Arsenio Rodríguez y Felix Chappotin.[9] . Mr. Cumbanchero Si hablamos de los orígenes de la salsa, mención aparte merece el gran Rafael Hernández (1891-1965) considerado por muchos como el padre de la guaracha -que hoy conocemos por "salsa"-. "El Cumbachero",[10] "Lamento borincano", "La Cucaracha", También hay que hacer mención al Venezolano Hugo Blanco, autor de la canción "Moliendo Cafe".[11] una de las primeras, sino la primera, interpretación de salsa. Durante una recepción en Honor a Puerto Rico realizada en la Casa Blanca el fallecido presidente John F. Kennedy saludo a Rafael diciéndole «que tal, Mr. Cumbanchero.» En la ciudad de Nueva York, en el centro para el mambo en los Estados Unidos, el Palladium Ballroom, y en la Ciudad de México, donde la industria fílmica atrajo a músicos de diferentes latitudes, el estilo cubano de las bandas fue formado por cubanos, portorriqueños y dominicanos como Sonora Matancera, Orquesta Aragón,Machito, Dámaso Pérez Prado, Tito Puente, Johnny Pacheco y Tito Rodríguez.[12] El Mambo fue muy influenciado por el Jazz y fueron las grandes bandas de Mambo las que mantuvieron viva la larga tradición del Jazz mientras los maestros actuales del Jazz se estaban moviendo en las pequeñas áreas de la era del bebop.[13] En la década de 1950, la música bailable cubana, como el mambo, la rumba y el cha-cha-chá; fueron música de corriente principal en los Estados Unidos y Europa.[14] No podemos ignorar la importancia que tuvo el crisol de musicos latinos en los Estados Unidos, en especial en el area de Nueva York. En los 40 y 50, orquestas como la de Xavier Cugat y Machito, los excelentes interpretes como Tito Rodriguez y Miguelito Valdes y presencia del Ciego Maravilloso, Arsenio Rodríguez y su Conjunto, fueron sentando las bases para el cosmopolita sonido de la Salsa La música cubana interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos como Ray Barretto y Eddie Palmieri, influenciados por ritmos cubanos importados como la pachanga y el chachacha; si bien después de la crisis de los misiles de 1962, el contacto cubano-americano decayó profundamente,[15] el resultado fue el crecimiento de la influencia puertorriqueña en la música cubana desarrollada en Nueva York. La comunidad portorriqueña de Nueva York, llamada por los estadounidenses [NuyoricanNuyoricans]], influenciada por muchas culturas latinas, así como por el contacto cercano con reconocidas celebridades cubanas (Miguelito Valdés-Chano Pozo-Arsenio Rodríguez) se hizo del liderazgo del desarrollo musical de la futura Salsa.[16] Orquesta de salsa De cualquier forma, se dice que el crecimiento de la salsa moderna comenzó en las calles de Nueva York a finales de los 60 y principios de los 70. Por esta época, el pop latino no tomó una fuerza importante en la música americana, al perder terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll; pero hubo unos pocos ritmos jóvenes para danzas latinas tales como el soul y la fusión de mambo boogaloo, pero la música latina dejó de ser parte importante de la música popular americana.[17] Con la salsa se originó una nueva corriente musical, para lo que colaboraron músicos de muchos países diferentes de América Latina. Sin embargo, se pueden identificar a sus precursores en la historia de la música. Manhattan Recording Company, Fania Records, introdujo muchos de los primeros cantantes y músicos de la primera generación al mundo.[18] Fundada por el flautista dominicano y líder de banda Johnny Pacheco y Jerry Masucci, la ilustre carrera de la fania comenzó con Larry Harlow, El Malo de Willie Colon y el Cantante de los Cantantes, Héctor Lavoe en 1967.[19] Esto fue seguido por una serie de modernos son montuno y plena que se desarrolló en la salsa en 1973. Casi al mismo tiempo surgieron más centros de la salsa en Puerto Rico, Perú, Ecuador, Panamá, Venezuela y Colombia. En Estados Unidos el boogaloo precedió a la salsa, la cual —después de un corto apogeo— lo sustituyó casi completamente. Por razón de los muchos inmigrantes cubanos en Estados Unidos, Miami se convirtió en la segunda gran metrópoli de la música cubana, y por consiguiente, de la salsa. Contrariamente a Nueva York, la comunidad cubana determinó mucho más la vida en Miami, así que la feria en la Calle 8 casi ha aventajado al festival tradicional en el Madison Square Garden. Desde Nueva York la ola de salsa se derramó primero en América Latina, y en los años ochenta hacia Europa. Debido a los muchos emigrantes de Perú, Ecuador se fundaron también importantes enclaves de salsa en Japón. Fue el sello Fania Records, de Johnny Pacheco y Jerry Massucci quien dio el espaldarazo a este género al grabar y distribuir los discos de la gran mayoría de las estrellas salseras de los años setenta. La agrupación de todas esas estrellas formaron la Fania All Stars, considerada por muchos como la máxima expresión de la salsa, que realizó inolvidables conciertos en varios clubes neoyorquinos así como en lugares alejados como Japón y África. 1970s Desde Nueva York, la salsa se expandió rápidamente a Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú, República Dominicana, México, y otros países latinos. Músicos y cantantes como Tito Puente y Celia Cruz solidificaron sus nombres no solo en hogares latinos norteamericanos sino sobre todo en el Caribe. Después, grupos como el El Gran Combo, Roberto Roena Y Su Apollo Sound y La Sonora Ponceña entre otros, los siguieron 1970 vio un número de innovaciones musicales entre músicos salseros. El cuatro Puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro y el piano eléctrico por Larry Harlow, mientras vocalistas como Cheo Feliciano, Soledad Bravo, y Celia Cruz adaptaron canciones Brasileras al género. Ray Barretto, Típica 73, Conjunto Clásico, Rubén Blades, La Dimensión Latina con Oscar D' León y Eddie Palmieri fueron otros artistas importantes de la era, mientras Fruko puso influencias colombianas a la salsa y trajo la música a su tierra. En los 80, Fania Records dejó de ser el líder de la salsa, pues fue debilitado por TH-Rodven y RMM. 1980s Los años 80 fueron una época de diversificación, de como la salsa popular evolucionó en la dulce y suave salsa romántica, con letras que se basan en el amor y el romance. El que es considerado el pionero de la salsa romántica fue el vibrafonista Louie Ramirez y su grupo Noche Caliente es considerado el inicio de esta era, que pronto fue dominada por las estrellas puertorriqueñas como Frankie Ruiz, Eddie Santiago, Paquito Guzmán y qué decir del romántico y maestro de jazz; Willie González y el muy talentoso nicaragüense Luis Enrique que a finales de los 80s y comienzos de los 90s le dio a la salsa un toque muy especial recibiendo la admiración de sus comtemporaneos. Finalizando 1980, la salsa fue influenciada por el rap latino y la desarrollaron artistas como Willie Colón y Sergio George regresando la música a sus raíces del mambo y agregando una sección prominente de trombón. Durante 1980 la salsa se expandió a México, Argentina, Europa y Japón, donde fue popularizado por la famosa Orquesta de la Luz, u Orchestra of the Sun, también se volvió famosa en muchos países latinoamericanos. Colombia aportó algunas innovaciones de salsa a través de orquestas tradicionales de los 70s como Fruko y sus tesos y Latin Brothers, y otras de los 80 como Los Nemus del Pacífico, El Grupo Niche, La Misma Gente, Los Titanes, Orquesta Guayacán, Los Niches (formado por algunos ex-intgrantes del Grupo Niche) y Son de Cali (formado por Javier Vasquez y Willie Garcia, dos ex-cantantes del Grupo Niche). Joe Arroyo (anteriormente cantante de Fruko y sus tesos) agregó influencias de cumbia. El cubano Roberto Torres y el colombiano Humberto Corredor Guajiro Records inventaron el concepto la charanga-vallenata en los 80s, haciendo de Miami un centro de salsa. La salsa de Venezuela también se volvió popular, especialmente Oscar D' León, mientras que otros, como Nelson Pueblo, agregaban influencias de música llanera nativa. El puertorriqueño Carlos "el cano" Estremera al separarse de Bobby Valentin se convirtió en otro cantante popular de salsa en la segunda mitad de 1980. 1990 al presente Volviendo a la salsa de Cuba, la timba sacó en ritmo de songo y fue inventada por bandas como Los Van Van y NG La Banda. En 1990 a esta forma de salsa cubana se le llamó timba y se volvió popular a través del mundo. Otra forma de salsa cubana es el songo-salsa, con mucho rapeo. La salsa registró un crecimiento regular entre los años 70 y el 2000 y ahora es popular en muchos países Latinoamericanos y algunos espacios del mercado estadounidense. Entre los cantantes y músicos destacados en los 90 encontramos a figuras como Luis Enrique, Jerry Rivera, Marc Anthony, La India, Gilberto Santa Rosa, Victor Manuelle y Michael Stuart. Las más recientes innovaciones en este género incluyen híbridos como el merengue-house y salsa-merengue, junto con la salsa gorda. Desde mediados de 1990, los artistas africanos también han estado muy activos a través del súper grupo Africando, donde los músicos neoyorquinos mezclan con cantantes africanos tales como Bambino Diabate, Ricardo Lemvo, Ismael Lo y Salif Keita. La Salsa es solo uno de muchos géneros latinos que ha venido siendo influenciado por músicas del oeste africano. La irrupción de la sensualidad
Los sonidos de la salsa clásica son fuertes, con preeminencia de los «cueros» (la percusión), los metales (instrumentos de viento de metal) y el piano, que se mezclaban en unos solos conocidos como «descargas», que eran excelentes muestras de virtuosismo técnico en el manejo de los instrumentos. Sin embargo, a partir de los años ochenta, la salsa fue dejando los sonidos fuertes y las descargas furiosas para entrar en un sonido más cadencioso y melódico, que posibilitaba el baile más lento. Esta música se acompañó de letras con abundantes referencias al amor y al erotismo como motivo principal y, en algunos casos, excluyente. Esta música fue denominada «salsa sensual» y tuvo como uno de sus máximos exponentes a Frankie Ruiz. La categorización de la salsa sensual trajo como consecuencia que se denomine al subgénero anterior como «salsa dura», misma que sufrió una baja de producción (en cantidad mas no en calidad) y de popularidad a la par que el nuevo género se consolidó. Decaimiento de la sensualidad y escena actual [editar] A fines de los años 1990 la salsa sensual empezó a declinar en popularidad, lo que se debió principalmente al fuerte impulso de otros ritmos caribeños como el merengue dominicano y la bachata, trayendo aparejada la desaparición del sello RMM de producciones netamente románticas. Para ese entonces la salsa había perdido a muchos de sus grandes baluartes, ya sea por fallecimiento (Hector Lavoe, Ismael Rivera), como por reorientación de sus carreras al jazz latino (Ray Barretto, Eddie Palmieri) como por la realización de grabaciones cada vez más espaciadas de quienes continuaron en el género (Ruben Blades, Willie Colón, Johnny Pacheco). El fín de siglo trajo un resurgir de la salsa dura (que en los 90´s estuvo representada apenas por Manny Oquendo y Libre) de la mano de grabaciones para sellos independientes o minúsculos. Fue el caso de Los Soneros del Barrio y Jimmy Bosch, que dieron el puntapie inicial para la reinstalación del sonido de la "escuela vieja" en el género. La escena salsera actual ha quedado dividida, por un lado por los artistas pop que sobrevivieron a la debacle de RMM tales como Luis Enrique, Marc Anthony, Tito Nieves, Tony Vega, Gilberto Santa Rosa, Domingo Quiñones, La India y Johnny Rivera. Por otro lado, por los artistas de salsa dura como Jimmy Bosch, Chino Nuñez, Spanish Harlem, Ricky Gonzalez, 8 y Más, Johnny Cruz, Son Café, etc, además del regreso al género de Eddie Palmieri. También se ha extendido el renacer del género duro fuera de Nueva York, a través de Cheo Navarro y Bailatino en (Venezuela), [[Calambuco, La 33, Sexteto Latino Moderno, La Banda, La conmoción, La Más Orquesta, Salsamonte, Palo Pa´Rumba, Ensamble Mayoral, Toño Barrio, La Combinación Latina, Bronx Orquesta, Jam Block, La Real Charanga, Yorubá Orquesta, Lo Nuestro, Se formó, Yuri Buenaventura, Cesar Mora y Maria Canela, Mambo Big Band, Sonorisima, Tropicalia, Kimbawe]] en (Colombia), Willie Sotelo en (Puerto Rico), Edwin Bonilla y Jesus el Niño Alejandro en (Miami), The Echo Park Project y Orquesta Borinquen en (Los Angeles) y algunas agrupaciones cubanas como Arnaldo y la Cosmopolita o Las Estrellas de Envidia. Entre los soneros más destacados se puede mencionar a Frankie Vazquez, Rey Bayona, Herman Oliveras y Ray Viera entre otros. La revolución cubana Como consecuencia de la situación política de la Isla y su aislamiento producto del bloqueo norteamericano, la Salsa Cubana no compartió el mismo desarrollo ya que, en vez de mezclarse y enriquecerse de otros ritmos, fue progresando y evolucionando en la continua innovación y transformación de los propios ritmos, los cuales poseen múltiples variantes y facetas. La salsa cubana acusó muy poco el efecto de la salsa sensual, pero evolucionó hacia un nuevo género que no es ajeno a las referencias al amor y al erotismo en sus letras. Pero la música, en apariencia más ligera, no se alejó del virtuosismo que siempre caracterizó a Cuba y nos brinda piezas musicales que ofrecen una mixtura de sonidos, solos, «descargas» y claves de muy buena factura. Este género fue bautizado como «timba». Bandas como Juan Formell y los Van Van, Chucho Valdés e Irakere, José Luis Cortés y NG la Banda, Juan Carlos Alfonso y su Dan Den, Manolito y su Trabuco, Paulo FG y su Elite y David Calzado y La Charanga Habanera llevan el sonido «timbero» más allá de la isla y en los últimos años fueron recibidos con beneplácito por el pueblo salsero. Salsa como baile [editar] Pero los latinos en los Estados Unidos no solo conectaron sus ritmos, sino que desarrollaron un nuevo género de baile: el New York Style determinado por la escuela cubana y puertorriqueña y ampliada por un montón de elementos de academia de baile. Desde Nueva York este género de baile ha encontrado también en Europa mucha divulgación junto al cubano casino. En Cali, Colombia se desarrolló en los años 70 un género acrobático de baile colombiano caracterizado por el rápido movimiento de los pies y las caderas. En la costa occidental de Estados Unidos se desarrolló en los años noventa el L.A.-Style, similar al New York-Style, aunque se baila en un tiempo diferente (en el 1), pero todavía con más elementos de show. Más o menos hacia el fin del milenio se puede observar que los mexicanos que vuelven de California hacen creciente la popularidad del L.A.-Style también en México. Otras formas: Rueda de casino:Baile de grupo en círculo en el cual uno actúa como voz y va dando órdenes con vueltas y cambios de pareja que hacen este subgénero divertido y participativo, como ejemplos de vueltas están el clásico «70», hasta figuras complejas como «llévala a Matanzas».
http://es.wikipedia.org/wiki/Salsa_(género_musical)

SALSA DISCOGRÁFICA

De Salsa y Disco: Relación entre la industria discográfica y el desarrollo de la Salsa.

Ante la pregunta, ¿Qué le debes a la salsa?, que hizo el periodista y escritor Leonardo Padura a Juan Formell, músico y director del grupo Los Van Van, este le respondió, entre otras cosas:

“…mezclábamos con criterios muy antiguos en el que la percusión estaba en un segundo plano. Oyendo salsa me di cuenta que ellos emplean una percusión muy estable, bastante cercana a la que se utiliza en el rock y la llevan casi al lado de la voz, lo cual es muy interesante para el bailador”.

La dedición de iniciar con esta pregunta y su respuesta obedece al hecho de querer destacar la peculiar forma de las grabaciones del movimiento de la salsa, las cuales resultaron ser innovadoras frente a lo que se había grabado de la música tropical y gran parte de la música popular latinoamericana. Estas innovaciones y otros factores hicieron de la industria del disco fuera el vehiculo principal que permitiera la expansión de lo que hoy se denomina salsa.

Preparando el terreno del disco…Rumbo a los 60.

Para el año 1950 las compañías CBS (Columbia Broadcasting System) y RCA-Víctor llegan a un acuerdo que estandariza el mercado discográfico: Dos años antes, CBS, de un lado, había presentado el disco de larga duración (Long Play, que se abrevia LP), que giraba a 33 1/3 revoluciones por minuto (Siglas, RPM). El LP desplazó el disco de acetato de 78 RPM. En 1949 RCA-Víctor, del otro lado, había inventado el disco de 45 RPM, que limitaba a escuchar dos canciones, una en cada cara, pero cuya producción y adquisición eran más económicas.

El acuerdo antes mencionado, consistió en que ambas compañías fabricarían los dos formatos. Esto implicó la fabricación de nuevos “Tocadiscos” en los que se podía escuchar ambos formatos, inclusive, hasta el disco de 78 RPM.

Como resultado de aquel acuerdo, la industria discográfica experimentó un crecimiento progresivo durante el decenio de los 50 y para los primeros años de los 60 había alcanzado plena madurez. Datos que reflejan aquel logro son las 250 millones de copias vendidas por Los Beatles entre 1962 y 1968; y si nos ubicamos en el nicho latino de Nueva York, para 1960 Johnny Pacheco logró vender 10,000 copias de su primer LP, titulado “Pacheco y su Charanga”, en los primeros seis meses.

Salsa y Disco.

En esos mismos años, décadas del 50 y 60, vivía en la ciudad de Nueva York una segunda generación de latinos compuesta por los inmigrantes de diferentes países latinoamericanos y por los nacidos en la llamada “Gran Manzana”, que eran hijos de gente de la primera generación, que a su vez fueron los protagonistas de una oleada migratoria entre 1920 y 1950.

Es esa segunda generación, mayormente puertorriqueños o descendientes de estos, los que iniciaron un proceso de revalorización de la cultura latina. Es un proceso en el que “lo latino” se unifica para hacer sentir su voz ante la discriminación.

En aquella revalorización venía la música popular. Son las expresiones cubanas las de mayor aceptación. Pero esa preferencia no es fortuita, porque los ritmos de cuba ya se habían desplazado por todos lados gracias, entre otras causas, a que desde los años 20 existían grabaciones de artistas cubanos que recorrían el mundo. Estas, tanto se hacían en la Habana como en Estados Unidos.

Con el son, la guaracha y el guaguancó como espina dorsal, e influencias musicales del resto de la música caribeña y de otras expresiones latina; con otras influencias anglosajonas como el jazz, el rhythm & blues, el soul y el rock n´roll, y con el acento de músicos de diferentes partes de América Latina, El Caribe Hispánico y Estados Unidos, se gesta, nace y se desarrolla el movimiento de la salsa, el cual le debe gran parte de su éxito al papel jugado por la industria discográfica, la cual se nutrió de los nuevos códigos musicales de la población latina de Nueva York.

Encontramos tres aspectos esenciales, que a través del disco, contribuyeron al fortalecimiento de la salsa y que analizaremos a continuación.

Aprovechamiento de toda innovación tecnológica.

Estados Unidos siempre ha llevado la voz cantante en el mercado del disco. Es por eso que los músicos que se desenvolvían dentro del movimiento de la salsa, tenían la ventaja de utilizar estudios de grabaciones más modernos que los existentes en los países latinoamericanos. Este hecho conllevó a un éxito que se tradujo en una reinversión y promoción de este movimiento, dentro y fuera de Estados Unidos.

Los involucrados en el negocio del disco nunca escatimaron esfuerzos a la hora de utilizar la tecnología más moderna en sus grabaciones, así como el uso de los métodos de dirección y mezcla que requería la modernidad. De ahí viene el hecho de utilizar las formas de mezclar del jazz y el rock.

La figura del ingeniero de sonido es clave a la hora de analizar este punto. Revisando créditos en una muestra de 80 LPs de salsa, encontramos el nombre de Jon Fausty en 36 producciones. Fausty ha sido el ingeniero de grabación más importante de este movimiento. Lo demuestra su volumen de participación en grabaciones, entre las que están la del disco “Solo” (JM-00535) de Willie Colón, editado en 1979, el cual requería de una mezcla especial, ya que en la grabación de este se utilizó una sección de cuerdas. También están otras como “Así se compone un son” de Ismael Miranda y “Celia y Johnny” y “Tremendo caché” de Johnny Pacheco y Celia Cruz, donde realizó la ingeniería de sonido.

Otro hecho que identifica a Jon Fausty como “el ingeniero de sonido de la salsa” es volverlo a encontrar en discos de edición más recientes, como “Areito” de Juan Luís Guerra y 4-40 de 1992, donde realizó las mezclas de los temas “Señales de humo”, “Si saliera petróleo” y “Ayer” y en una grabación del 2002, el disco “Versos en el cielo” de Isaac Delgado, grabado en La Habana.


Otro nombre que encontramos en la misma muestra fue el de Irv Greenbaum, quien aparece como Ingeniero de grabación en 10 producciones, entre las que podemos destacar “Asalto Navideño” de Willie Colón, donde se incorpora el sonido de la música campesina de Puerto Rico a la salsa y “Unfinished masterpiece” (Una obra maestra inconclusa) de Eddie Palmieri, editados 1976 para el sello Coco. Este último es el ganador del segundo Grammy que se le concedió a la música latina, con la categoría de “mejor grabación latina”(El primero también se le otorgó a Palmieri, por su disco “The sun of latin music”).

Uso de los códigos del barrio como estrategia de publicidad y venta.

No pudo haber sido más acertada la idea de hablar en el lenguaje del barrio, siendo este y sus crónicas la bujía inspiradora de la salsa. Este era un aspecto programado, pero que ayudaba a la libertad que los productores musicales e intérpretes tenían, y que canalizaba una expresión sincera.

Un buen ejemplo a citar es la dupla de Willie Colón y Héctor Lavoe. Por un lado, Willie nace en Nueva York, en el Bronx. Allí, y eso lo ha contado él mismo, tuvo que lidiar con el hecho de ser discriminado por su descendencia latina.

Por el otro, Héctor nace en Puerto Rico, en Ponce. Desde muy joven viaja a Nueva York en busca de un mejor futuro.

Parte del éxito de este binomio radicó en que toda la juventud latina que vivía en Nueva York se veía identificada en uno, o en el otro, y eso fue detectado por la compañía en el justo momento para ser utilizado como recurso promocional.

El disco “The Big Break, La gran fuga” (Wanted By FBI), editado en 1971 (SLP394), es un fiel testimonio de cuanto provecho se le sacó a la imagen de estos dos personajes.

La muy ingeniosa portada del disco, tan conocida en el mundo salsero, además de mostrar dos fotos de Willie, como las de las fichas de los criminales, trae una reseña en idioma inglés que se traduce de la siguiente manera:

“Armado con un Trombón y considerado peligroso. Willie Colón ha sido visto en la ciudad de Nueva York. Anda acompañado por otro hombre, Héctor Lavoe, cuya ocupación es la de cantante, y también es considerado peligroso con su voz”.

Esta portada fue diseñada por el publicista Izzy Sanabria, hombre clave en el proceso creativo del sello Alegres y en mayor grado de Fania.

El éxito de esta también obedeció a la imagen de ganster que la compañía Fania le había creado a Willie Colón y que está presente en las portadas de los discos de su primera etapa musical, entre 1967 y 1975.

Un artículo sobre la vida de Willie Colón publicado en el periódico “Primera Hora” de Puerto Rico y con fecha del miércoles 4 de febrero del 2004 reseña que “la apariencia del “Malo” fue el eje conceptual de los primeros trabajos del músico, con la concurrencia de Héctor Lavoe, y con la que intentaron rescatar el respeto para el latino, cuya imagen era difundida por los circuitos de poder estadounidenses con señas negativas, asociándolo al mundo de la delincuencia”.

Unión de figuras importantes en grabaciones y presentaciones.

Nunca antes se había visto tantas figuras de renombres unidas en grabaciones y presentaciones en vivo como en los años del nacimiento y desarrollo de la salsa. Esta idea fue puesta en ejecución por Al Santiago, propietario del sello Alegre en los primeros años de los 60.

En una entrevista realizada por Vermon Boggs en 1992 y que fue traducida al español por Néstor Emiro Gómez para ser publicada en la página de Internet “Herencia Latina” (www.herencialatina.com ), el mismo Al explica la manera en que surgió la orquesta especial Alegre all-stars (Las Estrellas Alegre):

“…Las estrellas Alegres fue mi bebé. Yo lo concebí. Yo lo tenía en mi mente cerca de dos años antes de que lo pusiera en acción porque yo había escuchado las publicaciones de Panart de las estrellas de cuba, con trompeta, un trombón, saxo tenor y Peruchín en el piano. ¡Oh Man!. Yo oí esto en la radio. La cosa más moderna de jazz latino que yo jamás había oído en mi vida. Y el mismo impacto que ese disco me dejó, más tarde otros músicos me dijeron, que les causaron Las Estrellas Alegre. Así, yo tenía éxito con el álbum de Pacheco; el álbum de Charlie (Palmieri) le estaba yendo bien. El álbum de Dioris (Valladares) lo estaba haciendo bien. Tenía a Kako en el sello e hice esta pregunta: ¿Por qué no pongo a todos los directores de banda juntos, formo una banda y cualquier puesto que falte, pongo a los mejores músicos que pertenezcan a las bandas que tengo bajo contrato?”

Las Estrellas Alegres fueron todo un suceso. Al llegó a publicar cuatro discos con esta agrupación especial. Cheo Feliciano, Yayo el Indio, el trombonista Barry Rogers, el saxofonista José “Chombo” Silva, el conguero Frankie Malabé, el bajista Bobby Rodríguez y los trompetistas Puchi Boulong y Ray Maldonado formaron parte de Las Estrellas Alegre.

Como una continuidad del ingenio Al Santiago, Jerry Masucci y Johnny Pacheco, fundadores del sello Fania Records, crearon la legendaria orquesta Fania All-Stars (Las Estrellas de Fania) que se presentó por primera vez en el 1968 en Club Red Garden.

El éxito de Las Estrellas de Fania llegó más alto que el de Las Estrellas Alegre. Y es que Fania records fue el vehículo más importante en la difusión del nuevo sonido de Nueva York.

Para el año en que se conoce esta orquesta su catálogo contaba con veteranos de la música como Johnny Pacheco, único director musical que ha tenido esta orquesta, Ray Barretto, y los jóvenes Bobby Valentín (que en esos años tocaba trompeta), Larry Harlow y Willie Colón. Otros músicos que se unieron a esta agrupación fueron Barry Rogers que para esa época ya era considerado el trombonista más influyente de lo que años después se llamaría salsa, Jimmy Sabater en los timbales, Eddie Palmieri, Tito Puentes y Ricardo Maldonado (Richie Ray) como refuerzos. Aquella presentación quedó grabada en dos discos titulados “Live at Red Garden” (En vivo en el Red Garden), volumen 1 y 2.

No fue hasta después de tres años que Las Estrellas de Fania volvieron a aparecer en escena, en el histórico concierto realizados en el Club Cheetah de Nueva York y la cual fue marco principal de la filmación del la película “Our latin thing” (Nuestra Cosa).

Izzy Sanabria se refiere a este suceso en un escrito titulado “La Historia de Fania” realizado para un álbum doble editado en 1994, en formato de disco compacto, que conmemoraba el 30 aniversario del sello Fania. Sanabria cuenta:

“los comerciales de radio enfatizaron el concierto como un suceso especial e invitaron al público a participar en la película y en el histórico evento latino. Ese jueves por la noche, 26 de agosto del 1971, 5,000 jóvenes llegaron al Cheetah”. Además de la película, tres grabaciones preservan aquel suceso musical. Estas son los volúmenes 1 y 2 de “Live at The Cheetah” y un álbum doble que recoge la banda sonora de “Nuestra Cosa”.

A partir de entonces Las Estrellas de Fania se presentó con más frecuencias. A ellos se fueron sumando figuras como Celia Cruz, Justo Betancourt, Ismael Quintana y Rubén Blades entre otras. Por su parte Fania record logró concentrar en su catalogo importantes grabaciones de esta banda que recogían presentaciones en vivo y otras hechas en estudio.

El auge de Las Estrellas de Fania motivó a otros sellos discográfico, en los 70 y 80, a realizar grabaciones con este tipo de orquesta especial. Mencionamos a la Puerto Rico All-Stars cuyas grabaciones salieron bajo el sello Combo Records y donde participaron Andy Montañez, Tito Alen, Lalo Rodríguez, Juancito Torres, Jorge Mollet, entre otros; Las Estrellas Sar, de Sar Records con sus estrellas Henry Fiol, Roberto torres, Mario Muñoz “Papaito” y Fernando Lavoy entre otros; y La Familia TH del Sello TH donde participaron Tommy Olivencia, Lalo Rodríguez, Willie Chirino, Danny Rivera, y Andy Montañez.

Los Sellos: Ejemplos más significativos.

En esta parte corresponde hacer mención de las compañías que se involucraron en el proceso de crecimiento de la salsa. Ya hemos mencionado a discos Alegre y a su propietario Al Santiago. Con Alegre, Al propone las reglas del juego, fijando los nuevos parámetros en la industria discográfica latina de Los Estados Unidos, las cuales influenciaron sellos de otros países. Es así como Alegre compite con Tico, quien fue la compañía más exitosa de los 50.

Aquella visión de Al fue asimilada por los socios Jerry Masucci y Johnny Pacheco y su casa Fania. En pocos años Fania pasa de ser un sello independiente, que buscaba controlar la discografía de Pacheco, a ser el primer catalogo de música latina con fama mundial. Refiriéndose a la formula de éxito de Fania, Izzy Sanabria asegura que “hubo varias cosas que hicieron que Fania tuviese tan grandes éxitos. Una fue la contratación

de nuevos talentos y el desarrollo de su pontencial. Otra fue reconocer la dirección de la música y contribuir a la misma. De mayor importancia fue el nivel de promoción que nunca se había hecho en la música latina. Y finalmente, el mejor uso del personal en el momento adecuado”.

Aquel crecimiento llevó a Fania a construir un monopolio discográfico nunca visto en la industria latina, con la creación de otros sellos como Vaya y con la adquisición de los catálogos de Cotique, Inca de Puerto Rico y Tico, Alegre, Roule record y Mardi Gras, estos últimos como una sola compañía (Cabe mencionar que Al Santiago terminó vendiendo el sello Alegre a Morris Levis, propietario de Tico, quedando como productor de esta y del que fue su sello). Fania también llegó a tener subsidiarias en diferentes países. Como ejemplo de eso estuvo la compañía dominicana Karen Record de Bienvenido Rodríguez. Este acuerdo le dio poder a Karen para fabricar y distribuir los discos de Fania en República Dominicana, lo mismo que Fania fabricaba y distribuía los discos de Karen en los Estados Unidos. Aquel convenio fue beneficioso para los artistas de ambas compañías. Podemos destacar la proyección de las orquestas merengueras “Los Hijos del Rey” y “Wilfrido Vargas” y sus Beduinos. Incluso, como estrategia de promoción de la figura de Wilfrido Vargas, este participó, en el rol de cantante, en la grabación del tema “Amarra el perro” del álbum “The Artist” (El artista), de Johnny Pacheco, (LP0503) del año 1977.

También estuvo en el concierto que las Estrellas de Fania realizaron en cuba, el 3 de Marzo de 1979, en el teatro Karl Marx de La Habana.

Otro suceso que señala la expansión del sello Fania fue el hecho de que Las Estrellas de Fania consiguieron un contrato con Columbia, en 1976, con miras a un croosseover. Hay que puntualizar que esta estrategia no dio los frutos esperados.

Con todo este poder, los demás sellos discográficos quedaron en desventaja y sólo algunos pudieron sobrevivir gracias a la popularidad de agrupación que tenía en su catálogo. Es el caso de Combo Record que para los años del boom de la salsa contaba con “El Gran Combo de Puerto Rico”.

Al día de hoy.

Estos sellos han dejado como legado un catálogo de valor incalculable que ha mantenido vivo aquel episodio que involucró a la música en uno de los procesos sociales más importantes que ha tenido la colectividad latina.

En los primeros años de los 90 reaparecieron estas producciones, en el formato de disco compacto, con errores de fecha, menos información que la que suministraban los LPs y muchos de ellos con un sonido de baja calidad. Hoy tenemos la noticia de que el catálogo de Fania, con todos los sellos que pudieron adquirir, está siendo lanzado al mercado de manera parcial, con notas que reseñan puntos importantes de cada producción y con un sonido remasterizado.

La edición de febrero del 2006 de la revista Latin Beat trae en su portada el titulo “Fania is back” (Fania está devuelta). En su interior tiene varios escritos que se refieren al tema y un anuncio que abarca dos páginas y que lleva un texto en inglés que se traduce: “El retorno del sello de salsa # 1 del mundo. Pronto en su tienda favorita”.